«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

jueves, 30 de julio de 2009

¿Pero de qué lucha están hablando?



PULSE SOBRE LA IMAGEN PARA LEER EL ARTÍCULO

Tragedia de una Semana y de un tiempo histórico


Prefiero comenzar a escribir acerca del centenario de la “Semana Trágica de Barcelona” evocando la llegada a la ciudad de las tropas que restablecieron el orden. Y no es por simpatía hacia el Estado liberal que las mandaba. Es que, con Spengler y tantos otros, estoy convencido de que ha sido siempre un pelotón de soldados el que salva la civilización; aunque no siempre la civilización tiene salvación ni es capaz de poner a su servicio una milicia entendida como “religión de hombres honrados”, en expresión de Calderón de la Barca. No pensaban así los políticos liberales de la Restauración que utilizaban al Ejército y a las Fuerzas de Orden Público al servicio de sus intereses al tiempo que les ataban las manos para cumplir las misiones que les encomendaban y daban pábulo a todo tipo de campañas demagógicas y antimilitaristas.
Una de esas campañas fue el pretexto utilizado en 1909 para desencadenar los sucesos que luego se denominaron de la “Semana Trágica” o la “Semana Sangrienta”. La pequeña zona de influencia que había correspondido a España en el norte de Marruecos ocasionaba más sacrificios que beneficios. Para contrarrestar esta situación comenzó el tendido de un ferrocarril desde Melilla que facilitara la explotación de las minas del Rif. Los indígenas, insumisos tanto a los administradores españoles como al sultán, protagonizaban continuas emboscadas y, con la intención mantener el control en la zona, se decidió el envío de tropas. El Capitán General Primo de Rivera había sido sustituido en el Ministerio de la Guerra por el General Linares quien, en lugar de mandar a Melilla las tropas que aquél tenía preparadas, ordenó movilizar a las dos Brigadas de Cazadores que guarnecían a Madrid y Barcelona, nutriendo sus efectivos con individuos ya licenciados pertenecientes a la reserva activa. Esto produjo lógica inquietud entre las clases populares, aprovechada para su labor agitadora por las propagandas marxistas y anarquistas. Como diría más tarde el popular periodista de izquierdas francés Henri de Rochefort: “Un país en cuyo Parlamento puede decirse sin protesta de nadie, ni aún del Gobierno, lo que dijeron Pablo Iglesias y Lerroux, que afirmaron terminantemente que si surgía nuevamente la guerra los soldados no tomarían las armas, no tiene derecho a quejarse de sus desdichas”.
A la salida de las tropas se produjeron en Barcelona y Madrid graves desórdenes que adquirieron mayor tono el 26 de julio en la ciudad condal donde, frente a la pasividad de las autoridades civiles y militares, tomó la iniciativa Solidaridad Obrera, un movimiento en el que predominaban los anarquistas, aunque contaba con fuertes núcleos socialistas e incluso republicanos de izquierdas. De la huelga pasiva se pasó a un estallido de violencia y, durante siete días, la ciudad quedó en manos de los revolucionarios. Tarrasa, Sabadell, Badalona, Granollers, la Maresma, San Feliú de Guixols y Mataró, secundaron la huelga general revolucionaria y en algunos de esos Municipios se proclamó la República.
Hay coincidencia entre los historiadores en que resulta difícil una explicación coherente de los entresijos de lo ocurrido pero no porque los sucesos tuvieran un carácter espontáneo; más bien porque en Barcelona no hacía falta preparar una revolución que siempre estaba preparada, como dijo el gobernador civil Osorio y Gallardo al presidente del Gobierno Antonio Maura. La historiadora Joan Connelly Ullman atribuye la inspiración a los republicanos radicales de Alejandro Lerroux mientras que otros conceden la primacía al anarquismo. Más que de dos raíces distintas habría que hablar de unos anarquistas influidos y movilizados por la filosofía lerrouxista. El jefe del partido radical escribía: “cuando conocí detalles... me decía con orgullo: ¡son ellos, son mis discípulos!” y en 1906 había lanzado a sus “jóvenes bárbaros de hoy” consignas que se cumplieron literalmente en 1909, en 1934 y en 1936:
«Entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este país sin ventura; destruid sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las novicias y elevarlas a la categoría de madres para virilizar la especie; penetrad en los Registros de la propiedad y haced hogueras con sus papeles para que el fuego purifique la infame organización social; entrad en los lugares humildes y levantad legiones de proletarios para que el mundo tiemble ante sus jueces despiertos.
Hay que hacerlo todo nuevo, con los sillares empolvados, con las vigas humeantes de los viejos edificios derrumbados, pero antes necesitamos la catapulta que abata los muros y el rodillo que nivele los solares [...] No hay nada sagrado en la tierra más que la tierra y vosotros la fecundáis con vuestra ciencia, con vuestro trabajo, con vuestros amores […]
“Escuela y despensa” decía el más grande de los patriotas españoles, Joaquín Costa. Para crear la escuela hay que derribar la Iglesia o siquiera acorralarla o por lo menos reducirla a condiciones de inferioridad.
Para llenar la despensa hay que crear el trabajador y organizar el trabajo.
A toda esa obra gigante se opone la tradición, la rutina, los derechos creados, los intereses conservadores, el caciquismo, el clericalismo, la mano muerta, el centralismo y la estúpida contesura de partidos y programas por cerebros vaciados en los troqueles que fabricaron el dogma religioso y el despotismo positivo.
Muchachos, haced saltar todo eso como podáis; como en Francia, como en Rusia. Cread ambiente de abnegación. Difundid el contagio del heroísmo. Luchad, matad, morir...».
Barcelona era también escenario de una labor subversiva que iba desde las expresiones más radicales promovidas por activistas políticos y sindicales a la existencia de una Escuela catalana obrerista encuadrada en el movimiento libertario. Su expresión más característica fue el movimiento articulado por Francisco Ferrer Guardia en torno a la Escuela Moderna de Barcelona, intento de crear una Escuela generadora de una nueva sociedad que habría de nacer sobre las ruinas del Estado, la Iglesia, el Ejército y la Patria. A su desaparición se hallaba condicionado el progreso y, consecuentemente, cualquier medio era bueno para destruirlos. En el Boletín de la Escuela Moderna podía leerse:
«Veremos siempre al Cristianismo, en el curso de la historia, frente a frente del progreso para destruir su camino; negación de la ciencia porque desmiente el dogma; apoyo firmísimo del absolutismo, de la desigualdad de las clases sociales; opresor de la conciencia humana con el tornillo de su falsa moral; estandarte odioso, a cuya sombra de han cometido todos los crímenes; vampiro siempre sediento al que se han sacrificado millones de víctimas».
En el caso de la política nacional resultó especialmente disolvente entre 1907 y 1909 la actividad del “Bloque de izquierdas” (considerado por algunos historiadores antecedente, “avant la lettre" de los frentes populares) en el que iban de la mano Romanones y Azcárate, Moret y Melquíades Álvarez, Canalejas y Pablo Iglesias. Entre otras virulencias, evitaron una Ley eficaz contra el terrorismo e hicieron imposible la existencia del Gobierno Maura.
Volviendo a los sucesos de la “Semana Trágica”, ya en la convocatoria de la huelga general se atacaba «el envío a la guerra de ciudadanos útiles a la producción, y en general indiferentes al triunfo de la Cruz sobre la Media Luna, cuando se podían formar regimientos de curas y frailes» como queriendo atribuir a la empresa de Marruecos un sentido religioso en el que nadie había pensado y dando un tono de marcado significado laicista que llevaron a las agresiones a iglesias y conventos que se iniciaron el 27 de julio. Ese día los huelguistas asaltaron un convento de maristas en Pueblo Nuevo, resultando un hermano muerto y varios heridos; luego incendiaron la iglesia de San Pablo y las Escuelas Pías de San Antonio. De los conventos fueron expulsadas las monjas y algunas se salvan en el último momento como las Arrepentidas cuya casa fue incendiada con ellas dentro; los religiosos fueron apaleados, el cura de Pueblo Nuevo cazado a tiros... En los cementerios conventuales profanaron las tumbas exhumando las momias…
Aunque Joan Connelly Ullman se ha servido de la Semana Trágica para destacar lo que él considera causas socio-económicas del anticlericalismo en España no deja de ser incoherente con lo ocurrido en Barcelona atribuir el matiz laicista a la consabida explicación simplista de la Iglesia como aliada de la burguesía y simbolo de la riqueza. En primer lugar porque como pone de relieve Romero Maura “cuesta trabajo suponer que los obreros de Barcelona creyeron perseguir metas anticapitalistas al quemar conventos y dejar tranquilos a los patronos” y también porque los huelgistas destruyeron no solamente templos sino las propias instituciones que estaban al servicio de ellos y de sus hijos en la asistencia o la enseñanza. Como es lógico, en estos centros no se favorecía la mentalidad de los activistas de la revuelta social y de los movimientos político-sindicales que respaldaron los sucesos, coincidentes en la idea de que la religión es el opio del pueblo y la nueva sociedad sólo es alcanzable si se elimina a sus representantes.
Si al centenar se aproximó el número de edificios que sufrieron los efectos de la tea revolucionaria, unos setenta eran centros religiosos entre templos, escuelas y conventos; otros muchos fueron saqueados. No tuvieron que sufrir los bancos, ni los teatros, ni los edificios oficiales, ni las sedes de las patronales... sólo las iglesias y conventos. La exclusividad en el ataque a la Iglesia Católica tiene difícil explicación aunque puede dar luz el hecho de que los edificios religiosos no estaban contemplados por la Ley de Jurisdicciones y en su mayoría estos atentados quedaron impunes. Los revolucionarios españoles aprendieron en 1909 algo que se iba a repetir literalmente en 1931 y 1934: que incendiar iglesias y conventos era fácil, bastaban unos litros de gasolina para consumir en pocas horas lo que la devoción y la piedad habían tardado siglos en acumular; que el tiempo del “clero trabucaire” había pasado y los curas, frailes y monjas no se defendían, se limitaban a intentar ponerse a salvo y no tardaría en oírse la voz de quienes se encargaran de tranquilizar a los suyos recordándoles la doctrina del sometimiento al poder constituido y de no dividir a las fuerzas católicas... La historiografía formada a la sombra de la propaganda izquierdista ha hecho creer en la existencia de una Iglesia Católica en pie de guerra pero esa imagen tardaría muchos años en ser real, probablemente cuando ya se había perdido demasiado. Es muy significativo que apenas unos meses después de lo ocurrido en Barcelona, la prensa revolucionaria siguiera atribuyendo los sucesos de la Semana Trágica a una explicable y necesaria reacción contra el “clericalismo”:
“¿Qué nadie esperaba lo ocurrido? Años y años nos hemos pasado algunos procurando que no fructificase la semilla de odios que el clericalismo sembraba, abonándola con persecuciones y calumnias, y no hemos encontrado con unos políticos indiferentes […] y así han crecido y han acaparado y construido conventos las Órdenes religiosas y se han creído los amos y han obrado como tales. Esto ha ido despertando sordas cóleras en el pueblo que se moría de hambre o emigraba a medida que la preponderancia frailuna crecía” (José Nakens, en El Motín, 21-octubre-1909).
Al contrario que las autoridades locales, el Gobierno de Maura reaccionó con firmeza: tropas llegadas de Valencia y Zaragoza restablecieron el orden. El saldo: 78 muertos, medio millar de heridos y 112 edificios incendiados. Las condenas no fueron excesivamente duras en relación a lo ocurrido: de los mas de 1.300 encausados, 214 no fueron habidos; 469 quedaron libres con cargos; 584 fueron absueltos, 59 condenados a penas de prisión, y 17 a pena de muerte, de las que 5 fueron ejecutadas. Como ocurriría más tarde en Octubre de 1934, la propaganda izquierdista iba a convertir al Gobierno en responsable de una represión indiscriminada dejando en la sombra los crímenes de los revolucionarios. La ejecución de Francisco Ferrer fue seguida de una campaña de prensa en España y en el extranjero cuyas últimas raíces detecta Diego Sevilla:
“La Semana Trágica de Barcelona pudo y debió ser una llamada de atención para las izquierdas no revolucionarias. No fue así, y las fuerzas ocultas que trabajan por la destrucción de España precipitan los acontecimientos, cambiando en horas la situación gubernamental y el rumbo definitivo de nuestra Patria. Dio pretexto la ejecución de Ferrer, triste sujeto de escasísimas prendas estimables, pero la masonería movió los hilos para luchar contra España en términos tales que empalidecen campañas recientes”
En el Parlamento, liberales y republicanos aprovecharon la coyuntura para pedir la dimisión de Maura, los propios conservadores no le apoyaron como él hubiera deseado y cuando solicitó la confianza del monarca, Alfonso XIII se la denegó. Como consecuencia de las intrigas políticas que siguieron a la ofensiva revolucionaria, en octubre de 1909 había caído el Gobierno capaz de resolver airosamente una de las más agudas crisis de la España contemporánea.
La trascendencia del hecho radica en que, al mismo tiempo, se cerraban las puertas al intento de renovación emprendido por Antonio Maura al hacer suyo el programa regeneracionista y llegar al Gobierno en 1907. Lo que pretendía era un movimiento de aproximación mutua entre el Estado y el pueblo que rompiera la pesada herencia del siglo XIX que había llevado, entre tantos otros a Baroja a hablar de un “grupo de políticos que miraba al Estado como si fuera una finca”. El Estado tenía que aproximarse al pueblo haciéndose entender, creando unas instituciones y unos organismos que fuesen intermediarios al servicio del pueblo y, al mismo tiempo, los gobernados tenían que adquirir conciencia de su dignidad de ciudadanos, considerando a lo público como algo propio. Para conseguirlo, Maura pretendía asestar un golpe certero a las oligarquías partidistas mediante una Ley de Administración Local descentralizadora pero los intereses en juego se movilizaron y aprovecharon los sucesos posteriores a la “Semana Trágica” para obtener de Alfonso XIII el relevo del político reformista.
Por eso, aquella Semana, dejando aparte los sucesos lamentables que en ella tuvieron lugar, es el resumen de la tragedia que escondía en su seno el propio sistema liberal vigente que destruía o mandaba al ostracismo a los hombres que tenían verdadera capacidad de gobierno. Es lo que ocurrió con Antonio Maura, apartado por las conspiraciones de los partidos, Canalejas y Dato, ambos presidentes del Consejo de Ministros, asesinados en atentados terroristas.
La Coronación de Alfonso XIII en 1902 abrió paso a una etapa de 29 Gobiernos, dos presidentes asesinados, tres atentados contra el Rey, innumerables contra otros, varios movimientos revolucionarios, un descalabro militar en Marruecos y proclamación de una Dictadura, único paréntesis de paz y progreso, que daría paso a dos Gobiernos que desembocan en el destronamiento del Rey y el hundimiento de una Monarquía secular convertida en un simulacro que “cayó de su sitio sin que entrase en lucha siquiera un piquete de alabarderos” como diría después José Antonio Primo de Rivera.
Las luchas intestinas llevaron a la Nación a un escepticismo y una repugnancia por lo político al tiempo que, si en el siglo liberal se produce en gran escala la multiplicación de los bienes, se multiplican al mismo tiempo las miserias porque a los progresos técnicos y materiales (muy limitados en el caso de España) no siguió un desarrollo paralelo los progresos morales.
Ahora bien, la incapacidad para una renovación que (estiman algunos) se hubiera producido mediante la integración de las fuerzas al margen del turno articulado por los partidos mayoritarios lleva a la historiografía hoy dominante a silenciar que el movimiento obrero revolucionario y el republicanismo tenían en común su hostilidad al régimen liberal y la resolución de destruir el sistema. Además, todos estos grupos eran escasamente representativos pero disfrutaban de libertad para organizarse, hacer propaganda y presentarse a elecciones al tiempo que la presión utópica y mesiánica de sus doctrinas y el frecuente recurso a procedimientos ilegales y violentos les otorgaba una gran capacidad perturbadora que iba a frustrar definitivamente los intentos de modernización de un régimen político que alimentaba a quienes iban a terminar por destruirlo.
Tragedia de un tiempo histórico cuyas enseñanzas se resisten a aprender los españoles amordazados por una casta política y de intereses mucho más sutiles y eficaces que en 1909.
Referencias bibliográficas de las obras consultadas
- ANDRÉS-GALLEGO, José, «Sobre las formas de pensar y de ser» en “Historia General de España y América. XVI-2. Revolución y Restauración (1868-1931)”, Rialp, Madrid, 1982, 283-382
- COMELLAS, José Luis, “Del 98 a la Semana Trágica 1898-1909 (Crisis de conciencia y renovación política)”, Biblioteca Nueva, Madrid, 2002.
- CONNELLY ULLMAN, Joan, “La Semana Trágica. Estudio sobre las causas socio-económicas del anticlericalismo en España (1898-1912)”, Ariel, Barcelona, 1972.
- SECO SERRANO, Carlos, “La España de Alfonso XIII”, RBA, Barcelona, 2005.

miércoles, 29 de julio de 2009

LOS REPUBLICANOS ASESINADOS POR LA REPUBLICA

EL 14 DE ABRIL DE 1964 EL ABC (DE ENTONCES) PUBLICÓ EL SIGUIENTE COMENTARIO:
Las llamadas milicias populares que el Gobierno de la República armó y que inmediatamente habrían de desbordarle no se detuvieron, en la eliminación violenta de sus enemigos políticos, ante los republicanos históricos. Nombres prestigiosos, jefes de partido, ex ministros, diputados, como los que aparecen en esta página, prohombres que tanto contribuyeron a la instauración de aquel régimen, caían a mano airada, asesinados en las sacas de las cárceles del Madrid rojo.


GERARDO ABAD CONDE, ministro de Marina en enero de 1935 con el gobierno de Lerroux. Asesinado por los rojos en los sótanos de Porlier en agosto de 1936.


JOSÉ MARTÍNEZ DE VELASCO, jefe del Partido Agrario, ministro sin cartera en octubre de 1934. En septiembre de 1935, ministro de Agricultura e Industria con el gobierno de Chapaprieta. Muerto en agosto de 1936, en el asalto a la Cárcel Modelo.


MANUEL RICO AVELLO, alto comisario de España en Marruecos, ministro de la Gobernación en 1933 con el gobierno de Martínez Barrios. Asesinado también en la Cárcel en aquel mes de agosto.

RAMÓN ÁLVAREZ VALDÉS, ministro de Justicia en 1933 con el gobierno de Lerroux y diuptado a Cortes en 1936. Víctima de las turbas en la misma ocasión cuando se hallaba detenido


MELQUÍADES ÁLVAREZ, jefe del Partido Republicano y Liberal Demócrata. Presidente del Congreso de los Diputados en el año 1923. Asesinado en agosto de 1936, en la Cárcel Modelo.


RAFAEL SALAZAR ALONSO, del Partido Republicano Radical, ministro de la Gobernación en noviembre de 1933, con el gobierno de Samper. Fusilado en la Cárcel Modelo el 23 de septiembre de 1936.

sábado, 25 de julio de 2009

Himno a Santiago Apóstol en la Liturgia Hispánica



HIMNO PARA EL DIA DE SANTIAGO APOSTOL

AUTOR: BEATO DE LIEBANA, SIGLO VIII.

Traducción al castellano por D. José Fernández Arenas.

¡OH VERBO DE DIOS, PRONUNCIADO POR LA BOCA DEL PADRE,

CREADOR Y VERDADERO PRINCIPIO DE LAS COSAS

AUTOR PERENNE, LUZ ORIGEN DE LA LUZ,

ALUMBRADO POR EL VIENTRE DE LA GLORIOSA VIRGEN,

CRISTO, TU REALMENTE NUESTRO ENMANUEL!

REY Y SACERDOTE, EN CUYO HONOR BRILLAN LAS SAGRADAS PIEDRAS

QUE SON "TRES POR CUATRO": EL ÓNICE, EL AGATA,

EL BERILO, EL ZAFIRO, EL CARBÚNCULO,

Y LA AMATISTA, LA SARDÓNICA, EL TOPACIO,

LA ESMERALDA, EL JASPE, EL LIGURIO Y EL CRISÓLITO.

PUES PUNTUALMENTE EL SOL CON LAS GEMAS -EL DIA

BRILLANDO DOCE HORAS, LAS MEJORES PERLAS-

AVANZA, AHUYENTADAS YA LAS TINIEBLAS DEL MUNDO;

Y LOS CANDELABROS QUE SOBRE TI DESCANSAN

CENTELLEAN CON LAS LAMPARAS DE LOS "DOS POR SEIS" APÓSTOLES:

PEDRO EN ROMA, SU HERMANO EN ACAYA,

TOMAS EN LA INDIA, LEVI EN MACEDONIA,

SANTIAGO EN JERUSALEN Y ZELOTES EN EGIPTO,

BARTOLOME EN LICAONIA, JUDAS EN EDESSA,

MATÍAS EN JUDEA Y FELIPE EN LA GALIA;

DESPUES, LOS GRANDES HIJOS DEL TRUENO

RESPLANDECEN, HABIENDO ALCANZADO, A RUEGOS DE SU ÍNCLITA MADRE,

AMBOS CON TODO DERECHO LOS HONORES SUPREMOS,

GOBERNANDO SÓLO JUAN EL ASIA, A LA DERECHA,

Y SU HERMANO HABIENDO CONQUISTADO ESPAÑA.

RECOSTADOS EN EL PECHO INOCENTE DEL ILUSTRE MAESTRO

A LA DERECHA UNO ES ATRAIDO A LA ALIANZA DE PAZ,

A LA IZQUIERDA EL OTRO PARA SER AJUSTICIADO,

Y AMBOS HABIENDO ELEGIDO POR DOS VECES LAS ARRAS DEL REINO,

CORONADOS SE APRESURAN A LA GLORIA DEL CIELO:

LLEVADO AQUEL JUAN, GLORIOSO, AL PREMIO,

ELEGIDO POR ÉSTE LA TÚNICA DEL MARTIRIO DE CRISTO,

EL LLAMADO SANTIAGO DE ZEBEDEO,

CUMPLIENDO EL APOSTOLADO EJEMPLARMENTE

ARREBATA VICTORIOSO LOS ESTIGMAS DE LA PASIÓN.

Y CAPTURANDO ÉL CON EL FAVOR DIVINO

A LOS CULPABLES MAGOS, REPRIMIENDO LAS IRAS DE LOS DEMONIOS,

CASTIGA EL VENENO DE SUS ÉMULOS;

Y AL FINAL, VIGOROSO, DA AL ESTÚPIDO UNA RESPUESTA INSIGNE

Y AL PENITENTE UN CORAZÓN CRÉDULO.

ATADO, CUMPLIDOR DEL DESEO DEL ENFERMO

QUE SOLICITA CON INSISTENCIA SU PROVECHOSA AYUDA,

MANIFIESTA AL QUE LE PIDE LOS CARISMAS DE LA FE,

Y CON EL ESTANDARTE DE LA PAZ ( LE DA) LA SALVACION ABUNDANTE

Y EJECUTANDO CON LA ESPADA SE ASEGURA LA GLORIA.

¡OH! VERDADERAMENTE DIGNO Y MAS SANTO APÓSTOL,

QUE REFULGES COMO AUREA CABEZA DE ESPAÑA,

NUESTRO PROTECTOR Y PATRONO NACIONAL,

EVITANDO LA PESTE, SÉ DEL CIELO SALVACIÓN,

ALEJA TODA ENFERMEDAD, CALAMIDAD Y CRIMEN.

MUESTRATE PIADOSO PROTEGIENDO AL REBAÑO A TI ENCOMENDADO

Y SE MANSO PASTOR PARA EL REY, EL CLERO Y EL PUEBLO;

QUE CON TU AYUDA DISFRUTEMOS DE LOS GOZOS DE LO ALTO,

QUE NOS REVISTAMOS DE LA GLORIA DEL REINO CONQUISTADO,

QUE POR TI NOS LIBREMOS DEL INFIERNO ETERNO.

CONCEDENOS TE ROGAMOS, ¡OH TRINIDAD!,

QUE LLENAS CON TU PODER, SOLO, TODA LA MAQUINARIA DEL MUNDO,

A QUIEN CORRESPONDE LA ALABANZA Y LA CLEMENCIA ETERNAS,

EL PODER PERENNE, LA INMENSA GLORIA

Y EL HONOR PERPETUO ABUNDANTEMENTE POR LOS SIGLOS.

Tomado de:
http://www.rutavadiniense.org/paginas/beato/o_dei_verbum.htm

RELACIÓN GENERAL DE PERSONAS ASESINADAS POR LOS ROJO-SEPARATISTAS

Relación general de personas asesinadas por los rojo-separatistas en distintas ciudades y pueblos de Vizcaya, Guipúzoca y Álava durante la época del terror revolucionario (Por orden alfabético de los pueblos de vecindad de los asesinados)

Tomado de: ECHEANDÍA, José: La persecución roja en el País Vasco. (Estampas de martirio en los barcos y cárceles de Bilbao. Memorias de un ex-cautivo) Fidel Rodríguez impresor Barcelona 1945, págs. 275-358

AGRADECEMOS SE NOS COMUNIQUEN LOS POSIBLES ERRORES ASÍ COMO LAS ADICIONES QUE SE DEBIERAN HACER

PROVINCIA DE VIZCAYA


Abadiano Daniel Castañazatorre Laspita

Benito Olavarrieta Astelarra

Hipólito Saltereín Gastelu-Urrutia
Abanto y Ciérvana Pedro Santos García Solaguren
Algorta Alvaro Arana Churruca

Eulalio Arana Saitúa

Alfonso Careaga Uriguen

Elías González Meléndez

Benigno Larrañaga Zuazola

José Lezama-Leguizamón Zuazola

Juan Villabeitia Igual
Amorebieta Juan Alzaga Iturriza

Santos Arrieta Salazar

Avelino Gaona Alvarez

Juan Gogenola Arteche

Pilar Olano Abaitúa

Juan Manuel Velasco Amínola
Arrigorriaga Marcelino Aguirre Menoyo
Baracaldo José María Abuin Abuin

Luis Alba Llorente

Martín Alturana Landajo Sacerdote-Coadjutor de San Vicente de Baracaldo

Dionisio Arana Medina

José María Basaldúa Pinedo

Juan Bautista del Pozo policía

Ricardo Bilbao Suárez

Jesús Casado Iturreta mecánico

Pedro Elías Suárez

José Elizondo Fullaondo

Román Ereño Amorebieta

Daniel Esteban Esteban Sacerdote-Párroco Fuentemolinos (Burgos)-Adscrito San Vicente Mártir (Bilbao)

Manuel García Temiño jornalero

Leandro González Inchausti

Tomás González Puento

Angel González Gallo

Máximo Gutiérrez Gutiérrez

José Ramón Issasi Aldama estudiante

Benito López Castaños

Juan Antonio Mieza-Uribe Echevarría

Emiliano Mingo Marín

Francisco Morán González

Agustín Murua Pérez

Francisco Peña Montoya

Manuel Pinilla Zorrilla

Emilio Rojí Zuazo

Emilio Sáiz Barco

Félix Uriarte Landaluce

Jaime Villamor Vicario
Barambio Félix Iturbe Múgica
Basauri Cándido Echevarría Ruiz

Sotero Fernández Andrés

José García Cobos artesanado

Fernando García Ugalde

Juan Olavarrieta Bengoechea empleado
Basauri-Dos Caminos Anastasio Martínez Aragón

José Monasterio Olavarrieta
Bérriz Juan María Besoitagonea Jainaga

José María Ugalde Arrieta
Bilbao Joaquín Adán Satué

Buenaventura Aguiló Mestre

Bernabé Aguirre Aranguiz

Felipe Aguirregoitia
se ignora

Domingo Aldecoa Apoita

Bernardino Alonso Pérez

Domingo Alonso Rueda militar

Avelio Alvarez Pérez

Leto Andéchaga Bilbao

José Anglada España comandante Infantería

Fermín Antón Llorente

Teodoro Arín Valencia jornalero

Manuel Arnáiz Fisure

Hilario Astola Sertucha

Luis Ausin Bolloqui Teniente

Gregorio Balparda de las Herrerías

Abel Barmelos García

Julián Basaldúa


Juan Beltrán Utrilla

José Berasaluce Cipitria

José Bermúdez Bermúdez militar

Camilo Blas Márquez representante

Rafael Caamaño Touchard empleado

Valeriano Calzada Peña comerciante

José Eligio Calleja González Hermano Camilo

Carmelo Camacho Parrilla

José Antonio Canda Landaburu abogado

Martín Carballo Michelena

José Antonio Careaga Hormaza

Carmelo Castillo Unda

Adrian Castro Alonso

Aureliano Cenicero Pastre

Juan Ciria Navarro empleado

Marcelino Clos del Sagrario

Angel Cortés Temiño

Pedro Cortés Temiño

José Cubillas Urruticoechea

Enrique Dapausa Mugurza

Alfonso del Oso Romero Teniente

Jaime Delclaux Ortiz de Bustamante

Ismael Díaz Hidalgo comerciante

Joaquín Díaz Romero procurador

Emilio Diego Merino barbero

Manuel Diego Somonte

Pedro Díez Delgado Sacerdote-Adscrito de San Roque de Bilbao

Marcos Echarri Marañón

Francisco Echarri Vidarte

Tomás Echevarría Prado G.Civil

Marcos Echeita Monasterio estudiante

Pedro Eguillor Atterifge

Gerardo Elías Ruiz

José Manuel Elorduy Fay

Ignacio Emparan Arteaga

Agustín Esporta Cortadi

Pedro Fernández Ichaso Comandante Infantería

Ceferino Fernández Llamas

Néstor Fernández Manzanos

Evaristo Gadea Cabrerizo

Antonio Galíndez Eguillor propietario

Julio Gallego Sánchez

Darío Gallo Ruiz

Rufino Ganuza González Sacerdote-Consiliario Asociación Obrera "León XIII" de San Salvador del Valle

José García Aznar

Vicente García Pomés

Arturo García Suárez

Angel Giménez Solera

José Goicoechea Aguirrechu comerciante

Luis Goicoechea Latasa estudiante

Antonio Gómez Arce ingeniero

Andrés Gómez Ferrer

José Gómez Obregón empleado

Bernabé Gómez Obregón

Daniel Gómez Obregón

Domingo Gómez Vázquez

Hilario González Apodaca

Quirino González Barajas

Adolfo González-Careaga Urquijo

Angel González Miranda

Lorenzo Benito González Miranda

Armando González Muro

Juan Ramón González Olaso

José González-Uzqueta Carrillo

Augusto Guadilla García

Lino Guantes Miguel policía

Miguel Gutiérrez Barrio carpintero

Anastasio Hermoso Rodríguez

Luis-Fermín Huertas Lara Hermano marista del Colegio de Arceniega

Juan Salvador Huertas Villanueva se ignora

Dámaso Inoja


Julián Iñarritu Urigüen

José Ipiza Olamendi empleado

Sebastián Irazábal Irazo

Andrés Iribarri Ibáñez

Eleuterio Luis Iturmendi Mayor

Teofilo Izquierdo Esteban

Angel Jara Carrillo tranviario

Augusto Jiménez Hernández

José María Juaristi Landaida

Mariano Lobón Palomino

José María Lámbarri Iparraguirre

Juan Landecho Salcedo

Mariano Larrea Endeiza

José Larrucea Lámbarri

Carlos Larrucea Samaniego

Javier Larrucea Samaniego

José Leal Hernández

Eduardo Leal Lezea Sacerdote-Deán Plasencia

José Leal Lezea

José María Lizarralde Epalza empleado

José María López Pérez

Fernando Llaseras Adán de Yarza estudiante

Juan Manuel Marco Inchurza

Augusto Marín Navajas

Julio Martín Vázquez

Federico Martínez Arias cónsul Paraguay

Santiago Martínez de las Rivas

Gerardo Martínez Díaz

Juan José Martínez Picó

Federico Martínez Uriarte Sacerdote-Capellán de San Cristóbal de Repélaga (Portugalete)

José Ramón Martró Centenera estudiante

Agustín Mazarrasa Fernández

José Mejuto Aulestia empleado

Eugenia Mendive
costurera

Guillermo Mingo Poza

José Luis Mogrovejo Rebollo empleado

Domingo Monje Vázquez G.Civil

Víctor Moreno Grijalba Sacerdote-Cura/Sacristán de Santiago en Bilbao

Jesús Mugarra Elorza

Paulino Muñoz López empleado

Pablo Murga Ugarte Capitán

José Núñez Martínez

Cruz Ochoa


Eugenio Ochoa de Alda Beriain tornero

Juan Ochoa de Alda Beriain empleado

Angel Ochoa de Alda F. de Quincoces tornero

Silverio Ochoa de Alda F. de Quincoces empleado

Emilio Olaso Alday

Rafael Olázabal Yhon estudiante

Ramón Orovio Larrosa

Vicente Orovio Larrosa

Primitivo Oteo Rueda

Marcelino Palacios Román

Fulgencio Pardo Ruiz

José Pérez Amézaga

Luis Pérez del Camino

Cándido Pérez Expósito Maquinista de navío

Gonzalo Pérez Hernáiz

José Pérez Rodríguez

Anastasio Pérez Rueda

Isidoro Pérez Vegas

Manuel Pinilla Losillo

Emilio Piquero Simón

Francisco Posada Martínez decorador

Juan José Puras de la Resilla empleado

Aurelio Quintanal Suárez representante

Javier Quiroga Posada Teniente Navío

Joaquín Rada Larman empleado

Juan Luis Ramos Mosquera Capitán

Ricardo Rapado Moreiza

Pedro Ríoseco Atua

Ricardo Rivaflecha Arana

Félix Rodríguez


Ulpiano Rodríguez García jornalero

Miguel Rodríguez Herrero

Augusto Rodríguez Ruiz Galarreta G.Civil

Ricardo Rojado Merino

Felipe Romero González

Andrés Romero Zaldurica

Ricardo Roquedo Merino

Antonio Rozas Barruetabeña

Félix Ruiz Erenchun

Narciso Sáez de Santa María Roldán

José María Salas Toca

Ramón San Emeterio Herrero chófer

Lucas Santa María Gámiz jornalero

Elías Sánchez Meléndez

Domingo Sánchez Percero

Angel Sancho Velasco

Ramón Sebastián Iranzo viajante

Félix Segovia Galán empleado

Pelayo Serrano de la Mata

Gabriel Soto Casado

Luis Alberto Soto Gómez Calderón

Silvino Tarrero Gutiérrez empleado

Félix Torcal Albizu

Mariano Torre Uribarri

Eulalio Ugalde Alonso

José Ugarriza Atana

Manuel Ulloa González calderero

Guillermo Umaran Llano

Severo Unzue Donamaría

Félix Uriarte Landaluce

José María Urquijo Ibarra gerente periódico

Angel Urriza Berraondo Sacerdote-Canónigo de Ciudad Real

Lucio Vallespín Manuel Tte.Artillería

Carlos Varona Estébanez

Alejandro Velarde González Comandante Artillería

Felipe Velasco Sáez empleado

José María Verástegui Sagarmínaga

Guillermo Wakonigg Hummer cónsul de Austria y Hungría

Mario Zabala Uribe

José Luis Zuazola Larrinaga

Evaristo Zuluaga Iturbe
Bilbao-Deusto Isaac Llorente Eciolaza empleado

Rogelio Puente San Juan comisionista

Tomás Zubiría Somente
Carranza Joaquín Brena Ortiz abogado

Antonio Casado Monje G.Civil

Manuel de Miguel Alava Sacerdote-Párroco de San Esteban de Carranza

Jesús Petralanda Barreras

Luis Portillo González

Pedro Sáinz Zamora
Carranza (Ahedo) Glicerio Maison Ibáñez de Garayo Sacerdote-Párroco de Viañes

Andrés Ranero Múgica Sacerdote-Ecónomo de Ahedo (Carranza)
Castillo-Elejabeitia Luciano Echevarría Arguiñano
Ceánuri Benito Atucha Aguirreleceaga Sacerdote-Párroco de Ceánuri

Ramón Echevarría Beitia

Florencio Echevarría Gallarza

Vicente Ocerinjáuregui Uria Franciscano-Superior del Colegio de San Pantaleón de Arras

León Zuluaga Belderrain
Cortézubi Carmelo Gorriño Madariaga
Echevarri Pedro San Martín Salazar chófer
Elorrio José Asporosa Olabezar

Juan Barandica Llano

Rafael Castillo Ruiz

Dionisio Isasmendi Echevarría

Francisco Gacetabeitia Cenitagoya

Cesáreo Gárate Urízar
Erandio (Bilbao) Julio Agustino Pueyo

Gregorio Alzaga Villabeitia

Dámaso Moja Luperana

Pedro Rioseco Ateca
Erandio (Olaveaga) Gabino Gutiérrez-Barquín y Sáinz de la Maza Sacerdote-Coadjutor San Vicente, Abando
Ermua Ildefonso Landa Acha

Tomás Lasarte Lasarte

Ignacio Olañeta Villa

Félix Solózabal Echeverría

Juan Zubizarreta Unamuno pulidor
Galdácano Juan Cruz Ereño Larrinaga

Roque Mendía Ruiz de Asúa
Galdácano-Usánsolo Leoncio Goyenaga Butuón industrial

Matías Lumbreras Zubero Sacerdote-Rector iglesia San Andrés de Usánsolo
Gallarta-La Arboleda Salvador Albo Elorza G.Civil

Angel Alegre Aranzo G.Civil

Bartolomé Asensio Hernando G.Civil

Basilio Gómez Remolino G.Civil

Julián Ruiz Camarero G.Civil

Isidoro Vegas Pérez G.Civil

Mamerto Allende Alvarez

Pedro Canales Barquín G.Civil

José Gárate Pérez G.Civil

Félix Iglesias Gutiérrez G.Civil

Cayetano Linaza Eguiarte maestro

Sotero Rodríguez Rodríguez barrendero

José Unzueta Solegui

José Wolgeschaffen Erenchu G.Civil
Gorocica Clemente Iza Barrenechea Sacerdote-Párroco de Gorocica
Guecho Fernando José Ibarra Oriol

Fernando Mª Ibarra de la Revilla

José Antonio Ibarra Villabaso

Ramón Ibarra Villabaso

Emilio Ibarra Zapata de Calatayud

Cándido Rosáenz Hueso
Güeñes Angel Allende Castaños Sacerdote-Coadjutor de Sta.María de Güeñes

Fernando Quadra-Salcedo
Güeñes-La Cuadra Serapio Gómez de Segura y de Zúñiga Sacerdote-Ecónomo de San Pedro y San Miguel de Güeñes
Güeñes-Sodupe Gabriel Coterón Gándara empleado

José María Epalza Gorostiaga

Luis Miquelena
jornalero

José Miguel Oregui Bedagia empleado
Guernica y Luno Andrés Asia Madariaga

Alejo Fernández
Religioso Sagrados Corazones

María Jesús Llorente Zuazola

Pedro Ordorica Zugazaga
Ibarruri Juan Miota Garitaonandia Sacerdote-Párroco de Ibárruri

Eulogio Solaegui Duñabeitia

Víctor Zallo Maguregui
Las Arenas Jorge Barrie Sánchez del Cueto

Lions Bridie Boland institutriz

Eugenio Callejo Cabrero

Gregorio Diego Esnarraguia

Mario Elorduy Fay

Ana María Garnica de Zubiría

Pablo Gómez Guadalupe

Ricardo Ibarrola Zubiaurre Sacerdote-Coadjutor de Ntra.Sra.de las Mercedes, Las Arenas

Narciso La Hera


José Loredo Viguero

Manuel Loredo Viguero

José María Molina Gástaca

Luis Núñez Santisteban

Joaquín Polo Bravo

José María Sintes Olives

Gabriel Zubiría Somonte

Pedro Zubiría Somonte

Rafael Zubiría Somonte
Lequeitio José Rodríguez Espina
Mallavia Alejandro Avendíbar Guisasola

José María Sarriugarte Solozábal
Mañaria Melquíades de San Juan de la Cruz Carmelita

Simeón de Jesús y María Carmelita
Marquina Francisco Bascarán Arrillaga
Miravalles Juan Manuel Landaluce Ipiña

Juan Landaluce Larrecoechea
Múgica Eulogio Aracua Bilbao

Julián Jayo Pinaga

Francisco Orbe


Severiano Zallo-Echevarría Zarandona Sacerdote-Adscrito Iglesia de San Vicente de Múgica
Munguía Fabián Basozábal Arruzazabala
Narváiz José Zabala-Arana Goiriena Claretiano
Ondarroa Francisco Badiola Azpiri

Blas Badiola Goyonaga

Marín Echaburru Badiola

Alejandro Urquiri Zubirreta
Oquendo Francisco Javier Zuricalday Otaola
Orduña Victoriano de la Torre


Ramón Díaz de Acevedo

Francisco Idróquilis Uriarte

José María Iturrino Amoroto

Martín Landaluce Olaguenaga

Máxima Viguri Varona
Orozco Carlos Acha Aldecoa Sacerdote-Párroco de San Martín de Orozco

Vicente Amézola Picaza

Fidel Arrien Gueréquiz Sacerdote-Párroco de San Juan Bautista de Orozco

Martín Echevarría Olavarria Sacerdote-Arcipreste de San Juan Bautista de Orozco
Ortuella Félix Basózabal Arruzazábala Sacerdote-Coadjutor de Santurce

Pedro Elorza Peña

Félix Mingo Pozas

Benjamín Ruiz Ruiz
Plencia Juan Landa Pérez marino
Portugalete Juan José Aguirre Causo

Norberto Aguirre Gardeazábal

Argimiro Aparicio Contreras delineante

Julián Castro Landaida

Félix Celaya Echeandía

Emilio Elosúa Gómez

Benjamín Fernández Fernández

Fernando Jalón Garcés

Federico Martínez Gómez

Manuel Meléndez López

Pedro Pérez Zorrilla

Antonio Returto Pagazaturdundua

Sisebuto Santidrian Santidrian
Rigoitia José Miguel de Jesús y María Carmelita
San Julián de Musques Eliseo Alberdi Mendizábal

Angel Chabes Aguirregoitia comerciante

Pedro González Llaguno empleado
San Salvador del Valle Rufino Ganuza González sacerdote

José María Pérez Díaz electricista

Vicente Rivas Gómez
Santurce Daniel Pereda Ayo
Sestao Zoilo Aguirre Elorduy Sacerdote-Adscrito a Santa María de Sestao

Manuel Alonso Sixto

Angel Andrés Pérez ebanista

Manuel Arias Vázquez

Esteban Cortadi Garmendia

Primitivo Espejo Osante propietario

Francisco Estenez García

Diógenes Felipe Medrano

Carmelo Galdeano Alday

Valentín Galvin Pardo

Arcadio López Dicastillo

José López Torre

Ricardo Lorenzo Crespo empleado

Pompeyo Pérez de Blas

José Ricay Rodríguez G.Civil

Anselmo Trápaga Sarabia

José Zabalza Urbe empleado

Cirilo Dorronsoro Beraza

José Luis López Dicastillo

Fernando Miravalles Martelo

Julián Sánchez Montoya

Benito Vesga Pérez
Urquiola Ernesto Allende Santamaría

Ramón Odiaga Iñurreta
Valmaseda Faustino Armentía Agudo Sacerdote-Coadjutor de Valmaseda-Adscrito Iglesia Sgdo.Corazón de Bilbao

Pedro Asúa Mendía Sacerdote

Salvador Ródenas Iraola

Juan Bautista Rodet Villa empleado
Yurre Fermín Gorostiza Iturrita Sacerdote-Párroco de Yurre
Yurreta Braulio Angoitia Isasi

Nicolás Arizaga Celayeta

José María López Zorrilla
Zorroza Antonio Fernández Val
PROVINCIA DE GUIPÚZCOA

Albistur Pablo Lasquibar Irastuza
Alza Ignacio Aristizábal Echevarría
Anzuola Zenón Araistegui Arbe

Gabriel Araistegui Múgica

José Luis Lizarralde Elorriaga

Lorenzo Lizarralde Elorriaga

Pedro Tellería Aranes
Asteasu Constantino Segurola Cotajarena
Azcoitia José Arrizabagala Arocena

Donato Azcoitia Aldalur

Juan Epelde Albizuri

Félix Iriondo Segurola

José Iriondo Segurola

Juan José Iturbe Uranga

Felipe Sáez de Urtúriz G.Civil

Juan Sodupe Arrizabalaga
Deva José Aztiria Zabala-Anchieta

Miguel Feo
telegrafista

Ramón Idarreta Aguirre

Miguel Mediavilla


Antero Murillo


Felipe Nava Aguirre

Juan Sánchiz Carrillo Tte.Carabineros
Eibar Francisco Anitua Alberdi

Alejandro Astaburuaga Mendizábal

José Astaburuaga Mendizábal

Julián Azcárraga Barrutia

Juan Antonio Azpiri Iriondo Sacerdote-Coadjutor de San Andrés de Eibar

Matías Bastida Badiola

José Celayeta Lejarasti

Melitón Izaguirre Arrizabalaga

Carlos Larrañaga Olaizola

Jacinto Mendiete Aramburu

Alfredo Muñoz Chao

Modesto Santos Achurra

Eulogio Ulacia Burgaña Sacerdote-Adscrito a San Andrés de Eibar

Avelino Ulloa Bruces

Luis Uria Sasieta armero

Andrés Uribarri Ibáñez

Juan Zaragozano Guisasola
Elgoibar Pío Gárate Aguirregomezcorta
Elgueta Ruperto Elcoro Arbulu
Hernani Gabino Arnalde Zubiarrain

José Durán Velarde G.Civil

José Embid Tablares Secretario J.M.

Germán Yanguas Fernández
Herrera (San Sebastián) Sabino Ruiz Faces
Iciar José María Alcíbar Gorostola Sacerdote-Coadjutor de Llodio
Irún Carlos Abia Azpuru

José Alexandre Balenchana

Mariano Alfaro Iturriaga

Jesús Ayestarán Gasturiense

Miguel María Ayestarán Uranga Sacerdote

J.Javier Barcáiztegui Manso

Antonio Escalés Legarraga

se ignora Galarza se ignora jefe correos

Juan Gragera Marín Comandante

Dionsio Ibáñez Opacua militar

José María Roldán Sánchez

Máximo Sáez Tomé

Joaquín Solvés González
Lasarte Domingo Acebal

Lezo Carmen Guito


José Miguel Salaverría Arrizcorreta
Mendaro Fabián Saint Gerons
Mondragón Lucio de la Cruz Basaldúa

Manuel García Corral G.Civil

Lino Mardaras Elustondo

Marcelino Oreja Elósegui

Dagoberto Rezuzta

Oñate Ignacio Echevarría Elorza Juez Mun.

Eduardo Gordoa Amézola se ignora
Pasajes de San Pedro Felipe Goena Urquía Sacerdote-Ecónomo de Pasajes de San Pedro

Mariano Palenzuela Arias
Placencia de las Armas Serafín Achótegui Urreiztieta
Rentería Eusebio Aruabarrena Azcue

Ciriaco Bendito Mateo G.Civil

José María García Fuentes

Ignacio Isase Isase

José Joaquín Loinaz
empleado

Sebastián Yarzábal Irazu
San Sebastián José Acebal Iñigo Teniente Navío

José Manuel Aizpurua Azqueta

Alejo Alberdi Lasa

Martín Aldaco Carmelo

Miguel Alquiza Zapirain

Francisco Alvarado Larrañaga

Eliseo Alvarez Cuevas

Alfredo Alvarez Ortega Sargento Asalto

Eduardo Andrés Adán Comandante Infantería

Joaquín Arana González Capitán Artillería

Nicolás Armando


José María Arróspide Alvarez Coronel Carabineros

Francisco Arrue Oyarbide

Angel Arteche Uribal

Ernesto Artola Ribero

Manuel Artola Ribero

Paulino Astigarraga Alberdi

Luis Astrain Mongelos

José Ayllón Merchón Tte.Guardia Civil

Julio Ayuso Sánchez Molero Capitán G.Civil

Carlos Balmaseda Echevarría

Fernando Balmaseda Echevarría

Manuel Banus


Mateos Barcos Urquiza

Eduardo Baselga Recarte General Infantería

Gregorio Baza del Campo Carabinero

Diego Brito Ramírez

Miguel Cadena Iraizoz Capitán Ingenieros

Eugenio Calvo Granada Capitán Carabineros

José Antonio Canda


León Carrasco Amilibia Comandante Militar de la plaza

Francisco Carrere Azcarreta Sacerdote-Adscrito al Buen Pastor

Antonio Carrió Guillermi Tte.Coronel Carabineros

Anastasio Carro Hernández

Ildefonso Carro


Juan Casi Vidaurre Tte.Artillería

Adolfo Cazorla López Capitán Asalto

Emilio Cordero Delgado Guarda Municipal

Alberto Costázar
Capitán de Miqueletes

Félix Churruca Dotres militar

José-Modesto Churruca
Religioso paúl

Abelardo Da Riva Angulo

José Da Riva de la Cavada

Manuel Da Riva de la Cavada

Faustino Dapena Amigo Tte.Infantería

Manuel Dapena Ezcurra Tte.Coronel Infantería

Manuel Delgado Santos

Vicente Domínguez Ara Tte.Carabineros

Ramón Echave Odriozola

Eugenio Egoscozábal Salazar

Juan Elbo Moreno Alférez Ingenieros

Carlos Elduayen Ibarra

Bernardo Elio Elio

Bernardo Elizondo Uriain

Enrique Erce Huarte Comandante Ingenieros

Nicolás Escauriaza Fabre

Federico Escribano Timoteo Comisario Jefe Cuerpo Vigilancia

Saturio Eyarra Casio

Primitivo Ezcurra Materola Capitán G.Civil

Manuel Felíu Rubio

Justo Fernández Alvarez Tte.Artillería

Félix Fernández Prieto Capitán Infantería

Antonio Fernández Vila Agente Vigilancia

Fernando Ferrer Yarza

Joaquín Galindo Garcés

Inocencio Gárate Beguiristain

José García Aznar

José García Benítez Tte.Artillería

Manuel García de la Rasilla Capitán Artillería

Fructuoso Gastón Pérez Guarda Municipal

Antonio Gastuere Larrumbe Alférez

José Gavilán Pla

Guadalupe Gaytán de Ayala Enfermera Cruz Roja

Matías Giménez Pérez

Fernando Gómez Arteche Martínez de Velasco

Eugenio González Piqueras

Manuel Gorrochátegui Macazaga

José Guerra Pérez Tte.G.Civil

Ramón Gutiérrez Alzaga Capitán Ingenieros

Hauxine Harmens
Esposa Cónsul Finlandia

Antonio Ibáñez Ongáiz

Gumersindo Iglesias Meijeme Tte.Ingenieros

Fernando Ijurco


se ignora Iñoriza Sagarmínaga

Amós Iribas Pejenante Sargento Ingenieros

Saturnino Irigoyen Astiz

Agustín Ituria Sorozóbal

Luis Iturrino Almansa

Mario Iturrino Almansa

Jesús Iturrino Almansa

Francisco Jiménez Aguirre Capitán G.Civil

Angel Jiménez Solera

Mariano Lacruz Romero

Miguel Lehoz García Tte.Artillería

Federico Leo Polo Agente de Vigilancia

Miguel Leoz Reta

José Miguel Lizárraga Izeta Subjefe Guardia Municipal

Eugenio López de la Chica Agente Vigilancia

José López de Maturana Agente Policía

Ignacio López Oyagar Coronel G.Civil

Víctor López Irujo G.Civil

Francisco López Reinoso Tte.Ingenieros

Miguel López Roberto

Antonio Lorén Ramos

Emiliano Macaya Mendoza Alférez Artillería

Miguel Machimbarrena Castellón Tte.Artillería

Felipe Malo Corral Guardia Asalto

Iñigo Manso de Zúñiga Comandante Infantería

Francisco Martínez de Galinsoga Roldán

Julián Martínez Sierra

Fermín Melchor Gil Alférez G.Civil

Pedro Millán Esteban Agente Vigilancia

Juan Miquet Sirvet Capitán Ingenieros

Federico Morlán Armona

José María Morlán Bunechea

Pedro Montón Mara Alférez G.Civil

Alberto Moreno García Comandante Infantería

José María Múgica Ibarra

Francisco Muguruza Uribe Capitán médico

Agustín Muriedas Martínez Capitán Artillería

Mario Musleras Planes General Infantería

Ignacio Nava Aguirre

Armando Nicolás San Sebastián

Valentín Ochoa Barreiro

Mariano Olaiz Lacoz

Juan Olazábal Rameri

Gregorio Ortiz Martínez

José Orueta Ribero

José María Paternina Alonso

José Paúl Ramiz Tte.Artillería

Angel Pérez Alonso

Manuel Pérez García Tte.Artillería

Juan Plonvi


Zacarías Pozo Milla

Víctor Pradera Larumbe Vocal Trib.Garantías

Javier Pradera Ortega

Juan José Prado Ruiz de la Calle

José María Quintana Aramburu

Antonio Rabasa Muñoz Tte.Caballería

Gonzalo Ramajos González Comandante Artillería

Leopoldo Ramírez Arellano

Francisco Rebollar Gato Alférez Ingenieros

Juan Recacho Eguía

Emilio Rey Roldán Alférez Ingenieros

José Rodríguez Alonso de la Puente Tte.Artillería

José Rodríguez de Hinojoso Capitán Infantería

José Luis Rodríguez del Castillo

Camilo Rodríguez Pardo

Atilano Roldán
Tte.Asalto

Miguel Rubio Lasheras

Luis Ruiz de Medina

Felipe Sáinz de Urtubi

Ramón Sáinz Pinilla abogado

Félix Salamero


Fernando Saldaña Dombrano Comandante Infantería

Graciano Sáez Zubía

Miguel Salcedo Rico

Luis José Sánchez Movellán

Jaime Sánchiz Vega

Macario Sanz Díez

Cándido Sanz González

Jorge Satrústegui Barrie

Luis Sierra Bustamante Comandante

Pedro Soraluce Goñi

Cándido Soto Odriozola Tte.Artillería

José Tapia Nogués

Juan Bautista Tejada Sáez Prado

Francisco Tiestes Oviedo Tte.Ingenieros

Esteban Torés Ibáñez Comandante G.Civil

Edelberto Torres Mengana Tte.Coronel Infantería

José María Tuero Seminario Capitán Artillería

Ricardo Vázquez Rodríguez Mercedario

Angel Velasco Moreno Comandante Artillería

Toribio Vergara Belcos

Alfonso Vignau Asuero

Ignacio Vila Campión

José María Vila Campión

Juan Vila Zofio

Alvaro Villota Baquiola

Ricardo Visiers Brates Comandante Infantería

Antonio Vivar Tutón Jefe de la Guardia Municipal

Justo Zabalo Guillerna
Tolosa Joaquín Aizpurua Ezquiaga

Ignacio Aizpurua Goñi

Rufo Andonana Artazco

José Burgui Goizueta

José Caballero Orcolega

Pedro Caballero Orcolega

Antonio Elósegui Larrañaga

Juan Martín Ezcurdia Lizaso

Victoriano Gaya Gómez

Gabriel Herranz García

Patricio Maruzábal Pagadizábal

Eulogio Núñez Pérez

Julián Portu Labermosa

José Raguan Zubeldia

Antonio Zunzunegui Aramburu
Urbieta Paulino Medieville Górriz
Villabona Rafael Garayalde Lecuona
Amurrio Vicente Cabanas
Capuchino del Reformatorio de Amurrio

Víctor Imaz Usátegui se ignora

Víctor Iturbe Aldama labrador

Bruno Otaola Ibárrola

Francisco Padura Aldama

José María Viguri Berganza

Guadalupe Viguri Meza mujer

Emilio Zuluaga Iturbe empleado
Aramayona Basilio Lasaga Cortabarría

Simón Mondragón Iruazuegui
Ayala Santos Apodaca Figuri

Víctor Cámara Barredo

Leandro Esnarriaga Angulo

Julia Fernández Martín mujer

Benito Jáuregui Zubimendi

Benito Landa San Pelayo

José Mendía Menoyo

Maximino Menoyo Robina

Nicasio Nafarrate Díaz de Mendivil Sacerdote-Párroco de Menoyo

Leandro Palacios Echevarría

Gregorio Ramírez Murguía Sacerdote-Párroco de Luyando
Ayala-Barambio Félix Iturbe Múgica

Juan Plágaro Guinea jornalero
Ayala-Lezama Andrés Aguirre Respaldiza Sacerdote-Capellán iglesia del Sagrado Corazón de Bilbao

Víctor Aspiazu Aguruza labrador
Ayala-Maroño Víctor José Alegría Uriarte Sacerdote-Párroco de Maroño
Ayala-Respaldiza José Izaguirre Aldaiturriaga

Víctor Murga Alava

Francisco Ugarte Arberas Sacerdote-Ecónomo Parroquia Anunciación de Respaldiza
Llodio Fabián Legorburu Axpe Sacerdote-Coadjutor de Llodio

Víctor Perea Basabe

Mariano Gómez Martínez

Pedro Molinuevo Izaguirre relojero

S.Manuel Olavarrieta L.de Calle

Luis Orbea Gorostiaga Sacerdote-Párroco de Llodio

Pablo Urquiza Bea funcionario
Nanclares de Oca Juan Tobalina Oráa
Quejana Raimundo Castaños González Dominico-Capellán de las monjas de Quejana

Faustino Isasi Orbea

José María Solís García Dominico-Capellán de las monjas de Quejana
VECINDAD NO DETERMINADA




Juan Abascal


Esteban Abásolo Ibarguchia

Félix Aguirre Duñabeitia

Marcelino Aguirregomezcorta

Esteban Albístegui Mandiola

José Antonio Arámburu Aristimuño

Antonio Arguinzóniz


Juan Arriola Beristain empleado

Juan Arroyo Medina

Esteban Azcárate


Gabino Barquín de la Mar

Félix Balza
abogado

Pedro Bengoa Urquiza

Feliciano Beobide


Rafael Boó Sobrino

Domingo Digón Fernández jornalero

Angel Echevarrieta


Antonio Garmendia Amenabarre

José María Gavilán Díez

Lorenzo Gil Vides empleado

Ramón Gómez Pérez

Constantino González Llanos empleado

Manuel Gregorio Urquijo empleado

Fernando Ibarrondo


Benito Inchaurrandieta Isasa

José Inchaurrandieta Isasa

José María Isasmendi Egaña

Simón Landa Prestamero

Raimundo Larrar Arribas

Víctor Larrázabal
empleado

Melchor Lizárraga
empleado

Angel Luis García

José Martín Sagredo militar

Amador Maestre
se ignora

Antonio Mediáñez
empleado

José Méndez


Mariano Menéndez Papelo

Benito Meza Arrueta

Eduardo Molano Aso

Silvestre Nicolás García

Carlos Ochotorena Laborda

Lorenzo Olivares Agarza

Julián Ortiz de la Riva Arana

Santiago Pedro García empleado

José María Pérez Aldecoa empleado

Santiago Pérez García empleado

Emiliano Pérez Huertas camarero

José María Polanco Fernández

Juan Quintana Morel

Constantino Reigadas Villate barrendero

María Rico


Juan José Rivas
empleado

Emilio Rojas Lucas

Juan Román Gil ajustador

Delfín Rosáenz Delgado

Narciso Santamaría


Sebastián Sasábal Irazo

José María Sasieta
empleado

rafael Taberna Roteta

Eugenio Torresagasti Rodríguez empleado

José Uceda Valderrama empleado

Miguel Unamuno Eréñaga Sacerdote-Capellán Iglesia de Ntra.Sra.del Rosario de Durango

Ramón Urbistondo Zabilde empleado

Fermín V. Acha


Luis Villanueva Arbide labrador

Juan Zabala Erleaga empleado

Lázaro Zubiaurre Elustondo empleado
PROCEDENTES DE OTRAS PROVINCIAS


Asturias Ramón Comas Pérez
Burgos José González Zubillaga
Cascante (Navarra) Doroteo Doulo Irujo Canónigo
Castro-Urdiales (Santander) Francisco Martínez Aguilar G.Civil
Izcurrita (Logroño) Francisco Biza Calzada
Lizárraga-Ergoyena (Navarra) Andrés Razquín Marín labrador
Palencia Angel Meléndez Gómez
Palencia Julián Valmaseda García
Pamplona Javier Arellano Dihinx
Pamplona José María Arellano Dihinx
Pamplona Joaquín Beunza Rodín
Madrid Ricardo Alvarez Espejo Esteban G.de Castejón
Madrid Leopoldo Matos Massien
Madrid Honorio Maura Gamazo
Santander Francisco González-Camino Aguirre abogado
Santander Francisco Quijano González-Camino estudiante
Zaragoza Luis Checa Toral ingeniero