«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

viernes, 18 de julio de 2014

ÁNGEL DAVID MARTÍN RUBIO: 18-julio: Santa Marina, virgen y mártir

Santa Marina (Iglesia de Santa Marina, Sevilla)
Celebramos hoy la fiesta de Santa Marina, virgen y mártir en los primeros siglos del cristianismo. Al paso de la Reconquista y de la repoblación, su culto se extendió, de Norte a Sur, de Galicia a Andalucía, atravesando León, Castilla y Extremadura. Es especialmente venerada en su santuario de Aguas Santas (provincia de Orense) y titular de numerosas parroquias y ermitas.


Educada cristianamente, cuando tenía quince años, ya destacaba por su belleza, fe y virtud, despertando la pasión del prefecto romano. Pero ella se mantuvo firme en su fe y por ello murió mártir al negarse a rendir adoración a las divinidades paganas. Estando en el calabozo, Santa Marina ahuyentó con la señal de la cruz al demonio que la acometió en figura de un terrible dragón, y por eso las imágenes que la representan muestran estos símbolos: la cruz y la palma del martirio en sus manos y el demonio derrotado a sus pies.

Vemos en Santa Marina unida la doble condición de la virginidad y del martirio y, en su fidelidad al seguimiento de Jesucristo, consideramos la intensidad del amor que ardía en el corazón de aquella mujer, consciente de que, por su Bautismo formaba parte de la gran familia de los hijos de Dios.

Nosotros tenemos la inmensa alegría de poder pertenecer, con lazos más fuertes que los de la sangre, a la familia de Jesús en la medida en que cumplimos la voluntad divina. Todo fiel que hace la voluntad divina, el que cumple la voluntad de Dios en todas las cosas es hermano de Cristo, porque se hace semejante a Él, que hizo siempre la voluntad del Padre (Cfr. SANTO TOMAS, Comentario sobre San Mateo, 14, 49-50). Y si nosotros queremos imitar a Cristo, ésa ha de ser nuestra actitud: amar lo que Dios quiere, que, entendámoslo o no, es siempre el camino que conduce al Cielo, el fin de nuestra vida.


1. Dios nos manifiesta su voluntad a través de los Mandamientos que son la expresión de todas las obligaciones y la norma práctica para que nuestra conducta esté dirigida a Dios. Cuanto más fielmente los cumplamos, tanto mejor amaremos lo que Él quiere. Dios se nos manifiesta también a través de las indicaciones, consejos y Mandamientos de nuestra Madre la Iglesia, “que nos ayudan a guardar los Mandamientos de la ley de Dios” (Catecismo Mayor, 472).

2. Las obligaciones del propio estado determinan lo que Dios quiere de nosotros según las propias circunstancias en las que se desenvuelve la vida de cada uno. Nunca amaremos a Dios, nunca podremos santificarnos, si no cumplimos con fidelidad estas obligaciones: atención y cuidado de la familia, afán por mejorar en el estudio o en el ejercicio de la profesión... En ellas encontraremos campo abundante para ejercitar las virtudes.

3. También se nos manifiesta la voluntad de Dios en aquellos sucesos que Él permite, y que siempre están dirigidos por la Divina Providencia, oculta detrás de cada acontecimiento. En esta vida no comprenderemos del todo cada uno de los sucesos que el Señor permite pero el cumplimiento del querer divino es fuente de serenidad y en muchas ocasiones terminaremos dando gracias por aquello que en un principio nos parecía incomprensible.

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Que Jesucristo, el mismo por el que dio la vida Santa Marina, nos conceda la gracia de cambiar nuestra propia forma de vida para cumplir en todo la voluntad de Dios. Y que siguiendo el ejemplo de Santa Marina, contemos con su intercesión mientras vivamos en la tierra, para contemplar un día a Dios por toda la eternidad en el Cielo.

Ángel David Martín Rubio