«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

domingo, 31 de agosto de 2014

ÁNGEL DAVID MARTÍN RUBIO: "¿Que haré para poseer la la vida eterna?"


El Evangelio de este Domingo (Forma Extraordinaria. Domingo XII después de Pentecostés: Lc 10, 23-37) es la respuesta que da Nuestro Señor a la pregunta de un doctor de la Ley: «Maestro ¿qué haré para alcanzar la vida eterna?». Jesús viene a demostrarle que no basta ajustarse a una norma jurídica que regule los actos externos de la vida (Ley) sino que el amor revela el verdadero significado de la Ley: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo».

sábado, 30 de agosto de 2014

ÁNGEL DAVID MARTÍN RUBIO: Llevar la cruz

“El que quiera venir en pos de mí, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz de cada día y me siga ” (Lc. 9, 23)

En el Evangelio de hoy (Forma Ordinaria, Domingo XXII Tiempo Ordinario-A: Mt 16, 21-27) Jesús explica a sus discípulos que deberá «ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día» (v. 21). ¡Todo parece alterarse en el corazón de los discípulos! ¿Cómo es posible que a quien S.Pedro había proclamado «el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (v. 16; Evangelio del Domingo pasado) pueda padecer hasta la muerte? El apóstol se rebela y no acepta este camino: «¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte» (v. 22). 

JESÚS FLORES THIES: Políticamente incorrecto (1)

Convertidos en abogados del diablo y en gente políticamente incorrecta, sin miedo a nada ni a nadie, sin filiación política a partido alguno (no somos tontos, como dice ese slogan publicitario), y sin el peligro de perder amigos, nos convertimos en el niño que grita que el rey está desnudo. Pero como lo que decimos lo razonamos, no nos importa recibir críticas, siempre que sean también razonadas. Vamos a hablar de los…

NEGROS.-Y decimos “negros”, y no subsaharianos (al sur del Sahara también está la Antártida), porque respetamos el color de su piel que, casualmente, es negra. Una guapa locutora de origen guineano-español dijo que ella era negra, y no de “color”, que en Física se estudiaba que el “negro” es la ausencia de color… ¿Por qué engañarnos? Ella estaba orgullosa de ser negra.

martes, 26 de agosto de 2014

MANUEL PARRA CELAYA: Algunas justificaciones y una evocación

Ya saben los lectores de estas líneas semanales que uno prefiere la crónica de la calle al análisis político de altos vuelos; algo así como optar por la intrahistoria unamuniana frente a los dimes y diretes con los que los políticos nos obsequian a diario desde sus altavoces de los medios de difusión. 

Venga ello ahora a cuento a raíz de la ingenuidad de los que consideran que el “caso Pujol” ha sido más que suficiente para desinflar el globo separatista en Cataluña, que es paralela a esa otra ingenuidad que se ha sorprendido con los tejemanejes del ex-Muy Honorable.

domingo, 24 de agosto de 2014

ÁNGEL DAVID MARTÍN RUBIO: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo"


1. Como en otras ocasiones, el Evangelio de la Misa (Domingo XX Tiempo Ordinario-A: Mt 16, 13-20) nos presenta a Jesús en conversación sus discípulos. Respondiendo a su pregunta, ellos se hacen eco de las opiniones que existían en torno a Jesús: "Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o alguno de los profetas...". Las respuestas no son satisfactorias, los hombres no saben quién es en realidad Jesús aunque tienen de Él un concepto elevado, le consideran un profeta, un maestro, alguien que habla en nombre de Dios pero nada más que eso. Por eso, les pregunta: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?".

jueves, 21 de agosto de 2014

GABRIEL GARCÍA: Los cuatro fantásticos de Occidente‏

El mundo contempla horrorizado cómo los islamistas del Estado Islámico asesinan a los cristianos y a los miembros de otras minorías religiosas en Irak.

martes, 19 de agosto de 2014

MANUEL CHACÓN RODRÍGUEZ: "La otra conmemoración del 15 de agosto"


Murillo: San Fernando
Hoy 15 de agosto [*], festividad de la Asunción de la Virgen en toda España, en que celebramos los egabrenses la romería de Votos y Promesas, y los mencianos la verbena del Día de la Virgen en la emblemática Calle Llana (la más antigua de la población), es el aniversario de la reconquista de Cabra y comarca por parte del rey Fernando III de Castilla, hecho histórico (aunque poco conocido por los actuales egabrenses) que aconteció al parecer pacíficamente y por capitulación, aunque bajo evidente presión militar, en el año 1240.
 

ÁNGEL DAVID MARTÍN RUBIO: "Grande es tu fe"

Jesús y la cananea. Pieter Lastman (1617)

En el Evangelio de la Misa (Domingo XX Tiempo Ordinario-A: Mt 15, 21-28), San Mateo nos presenta a Jesús con sus discípulos en la región de Tiro y Sidón. En aquellos territorios de Fenicia, habitaban personas que adoraban a los falsos ídolos de los paganos y que, por lo tanto, no pertenecían al pueblo de Israel ni practicaban la religión judía. Una mujer pagana se acerca a Jesús para pedirle la curación de su hija. El Señor le da una respuesta dura y distante en apariencia: “No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de Israel”, como si quisiera desentenderse de ella. En realidad está probando la fe de aquella cananea.y terminará haciendo un elogio de esa mujer que había demostrado su fe reiterando su petición con insistencia: “Grande es tu fe, hágase como quieres”. Y su hija quedó sana desde aquel momento.

sábado, 16 de agosto de 2014

MANUEL PARRA CELAYA: Doble rasero

Solamente a título de ejemplo…

¿Han intentado ustedes encontrar en personas o medios que tienen a gala ser “políticamente correctos” alguna alabanza a la labor arriesgada y altruista de los misioneros católicos en su cuidado de los enfermos del ébola, incluso tras la muerte del padre Pajares? Me refiero a las mismas personas y medios que siguen morbosamente los escándalos de pederastia cuando afectan a sacerdotes (no así si se trata de entrenadores deportivos, monitores a sueldo de las Administraciones o vendedores de zapatillas de marca, pongamos por caso). ¿A que no la han encontrado?

¿Han intentado ustedes encontrar en esos mismos medios manifiestos de “intelectuales y artistas”, con la firma de esas mismas personas aludidas en su caso, ante la matanza de cristianos y yazidíes en manos de los yihadistas del Estado islámico? Me refiero a los mismos medios y personas tan prestas a denunciar otros casos –de la lejana historia o de la actualidad-de violación de derechos humanos ¿A que no los han encontrado?

¿Han intentado ustedes encontrar algún escrito desgarrador de grupos o entidades feministas sobre la utilización de esclavas sexuales, según la “guerra santa del sexo para la mujer”, predicada por un tal Muhammad Al-Arifi, o sobre el rapto de las niñas nigerianas por parte de Boko Haram? Me refiero a los mismos colectivos que no dudan en sacar sus tetas al sol ante el primer obispo con el que se cruzan ¿A que no lo han encontrado?

Han intentado ustedes encontrar alguna protesta ante la proliferación de banderas “preconstitucionales” del régimen de la II República? Me refiero a los mismos articulistas que se rasgan las vestiduras cada vez que ven un águila de San Juan; por cierto, más “preconstitucional” aquellas que esta, toda vez que el escudo con el águila es el que figura en el texto original de la Constitución del 78 depositado en el Congreso. ¿A que no la han encontrado?

Ya sabemos que los seres humanos nos podemos dejar llevar por nuestra subjetividad o por nuestros intereses, a veces, ambos sin límites racionales; lejos queda el perspectivismo orteguiano, según el cual un punto de vista –si existe el diálogo y la convivencia democrática- puede ser complementario de otro…

Ya sabemos que los seres humanos podemos ser injustos y tozudos,  y nos cuesta trabajo admitir las razones de nuestros oponentes y sus aciertos…

Ya sabemos que los seres humanos podemos ser débiles ante la fuerza de los grupos de presión…

Ya sabemos que los seres humanos podemos ser cobardes y doblegarnos al “qué dirán”, al “respeto ajeno”, cuando nuestros pensamientos más íntimos van contra corriente…

Pero, con estos y otros muchos ejemplos, he llegado a la conclusión de que lo que más nos distingue a los seres humanos es una estúpida y espantosa hipocresía.

Manuel Parra Celaya

viernes, 15 de agosto de 2014

JESÚS FLORES THIES: El triunfo de la cobardía

Bueno, triunfo de la cobardía, de la traición y de la venganza de los derrotados, dicho así con palabras suaves. Y que conste que vamos a ser muy duros, sin que nos afecte ni quite el sueño el que algunos se sientan señalados. Pueden defenderse…

El 24 de mayo del año 2009, aprovechando que al jefe de la Redacción del IMPLACABLE lo metían en el quirófano para extirparle algo de intestino que estaba tan dañado como la dignidad de España, se celebró un vergonzoso festival, un akelarre indigno, hasta con banda militar y todo tocando marchetas y fanfarrias. Se celebraba, nada menos, que la infamia del cierre de uno de los mejores museos militares de Cataluña, de España y del mundo, caso que sólo se puede dar en la España llamada, nadie sabe por qué, “democrática”, la del “modelo 1978”. Se puede decir que gracias al JEMAD, JEME,Capitán General y demás prín-príncipes de la milicia (¿milicianos?), el Ejército no sólo hizo de puta sino que puso la cama.

DESCARGA GRATIS el libro que contiene las Exhortaciones Pastorales de Monseñor D. Luis Franco Cascón (Obispo de Tenerife 1964-1984+)‏


Fueron numerosas las exhortaciones pastorales de D. Luis Franco. Los temas variados y, muchos de ellos, de gran profundidad teológica.

Las escogidas, excepción hecha de la escrita con motivo de la apertura del Concilio Vaticano II, fueron las más polémicas. Lo escrito en ellas sobre el divorcio, el aborto y el marxismo es pura doctrina de la Iglesia avalada por decenas de documentos pontificios.

Todos los textos de estas exhortaciones continúan estando vigentes y rezumando actualidad. Si se reflexionan contribuirán, sin lugar a dudas, a un mayor acercamiento a la gran Verdad que es Cristo, predicado por su Iglesia.

miércoles, 13 de agosto de 2014

ÁNGEL DAVID MARTÍN RUBIO: La penitencia: virtud y sacramento

I. A lo largo de su vida pública, nuestro Señor Jesucristo muestra su misericordia, de modo especial, en su actitud con los pecadores. Vino a salvarnos, a perdonarnos, a traernos la paz y la alegría. Vino a buscar y salvar lo que estaba perdido (Lc 19, 10) y lo sigue haciendo en nuestros días. Quiso que alcanzasen el perdón cuantos habrían de venir al mundo a lo largo de los siglos.

Para eso dio la potestad de perdonar los pecados a los Apóstoles y a sus sucesores. Prometió a Pedro el poder de perdonar los pecados, cuando este le reconoció como Mesías: «A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares sobre la tierra, estará atado en los cielos, lo que desatares sobre la tierra, estará desatado en los cielos» (Mt 16, 19). Poco tiempo después –como hemos escuchado en el Evangelio de la Misa (Forma ordinaria; Semana XIX TO, Miércoles: Mt 18, 15-20)– extendió esa promesa a los demás Apóstoles: «Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el Cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el Cielo». El anuncio se hizo realidad al instituir el Sacramento de la Penitencia, cuando se apareció a sus discípulos el mismo día de su Resurrección y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes perdonéis los pecados les serán perdonados, a quienes se los retuviereis les serán retenidos» (Jn 20, 23). «De estas tan claras y precisas palabras, ha entendido siempre el universal consentimiento de todos los Padres, que se comunicó a los Apóstoles, y a sus legítimos sucesores el poder de perdonar y de retener los pecados al reconciliarse los fieles que han caído en ellos después del Bautismo» (C.Trento, ses. XIV, cap. I).

La institución del Sacramento de la Penitencia expresada tan claramente en estos versículos, obliga a los fieles a manifestar o confesar sus pecados en particular al sacerdote; de otro modo no le sería posible a éste el “perdonar” o “retener” los pecados[1]. La acusación de los pecados es también manifestación inseparable del dolor y propósito de la enmienda sin los cuales no podríamos recibir el Sacramento de la Penitencia. El sacerdote no podría absolver a quien no está arrepentido de su pecado; a los que, pudiendo, se niegan a restituir lo robado; a quienes no se deciden a abandonar la ocasión próxima de pecado; y, en general, a quienes no se proponen seriamente apartarse de los pecados y enmendar su vida. Ellos mismos se excluyen de esta fuente de misericordia.


II. La consideración del sacramento de la Penitencia es inseparable de la reflexión acerca de la penitencia como virtud., pues siendo los actos de esta virtud como la materia del Sacramento de Penitencia, si los fieles antes no entienden bien lo que es la virtud, necesariamente ignorarán el valor del Sacramento.

De ahí que debamos esforzarnos por conseguir la Penitencia interior del alma, que llamamos virtud, pues sin ella, poquísimo nos ha de aprovechar la penitencia exterior. La Penitencia interior es aquella por la cual nos convertimos a Dios de todo corazón, detestando y aborreciendo las culpas cometidas, proponiendo al mismo tiempo firme y resueltamente enmendar la mala vida y perversas costumbres, con esperanza de conseguir el perdón de la misericordia de Dios. (Catecismo Mayor).

Teniendo en cuenta que la virtud de la penitencia se ordena a reparar la injuria personal cometida contra Dios mediante el dolor y el arrepentimiento del pecado, se sigue inmediatamente que sólo pueden poseer la virtud de la penitencia quienes son capaces de pecar y de arrepentirse del pecado. La Virgen María, quien por especial privilegio de Dios, no cometió jamás el más pequeño pecado venial[2] es casi seguro que careciera de esta virtud y, desde luego, no tuvo jamás necesidad de poner en práctica ningún acto de penitencia (Temas de predicación, 47_1). Tampoco pudo recibir el sacramento de la penitencia, puesto que fue instituido por Cristo para el perdón de los pecados y, concebida Inmaculada, María no tuvo jamás la menor sombra de pecado.

Ahora bien, a lo largo de todo el Evangelio resuenan las palabras arrepentíos y haced penitencia. Y los cristianos escuchamos la llamada a la penitencia también como una llamada maternal; como la voz, a la vez dulce y fuerte de la Virgen María, como dirigida personalmente a cada uno de nosotros, que apremia a la conversión del pecador y a reparar el pecado cometido.

a) La primera muestra de esta virtud se manifiesta en elamor a la Confesión frecuente de nuestras culpas actuales y pasadas, que nos lleva a desearla, a prepararla, con contrición verdadera, y a llevar a cabo un eficaz apostolado para acercar a los demás a este sacramento.

b) La virtud de la penitencia ha de estar presente, de alguna manera, en el cumplimiento de los deberes que se nos imponen cada día y en la aceptación de los sufrimientos que Dios permite o nos envía. Debemos, finalmente, practicar las obras de penitencia principales que son el ayuno, la oración y la limosna.

El juicio del sacramento de la Penitencia es, en cierto modo, adelanto y preparación del juicio definitivo, que tendrá lugar al final de la vida. Entonces podremos valorarla gracia y la misericordia divina que nos perdonó tantos pecados. Demos gracias a Dios y pidamos que nunca falten en su Iglesia sacerdotes dispuestos a impartir este sacramento con amor y sabiduría.


[1] «Porque es cierto que estas palabras no se dijeron sino a sólo los Apóstoles, a quienes suceden en este cargo los Sacerdotes. Y esto también es muy conforme a razón. Porque como todas las gracias que se conceden por este Sacramento, se derivan a los miembros de la cabeza que es Cristo; con razón deben administrarle al cuerpo místico de Cristo, que son los fieles, aquellos solos que tienen potestad de consagrar el verdadero Cuerpo, mayormente cuando por ese mismo Sacramento de la Penitencia se preparan y disponen los fieles para recibir la Sagrada Eucaristía» (Catecismo Romano).
[2] Pero siendo este privilegio completamente extrínseco a su condición de criatura humana defectible, muchos teólogos dicen que pudo tener, y tuvo de hecho, la penitencia como virtud infusa (Royo Marín, La Virgen María). «¿En María Santísima hubo Penitencia virtud? Que hubo en cuanto al hábito, porque pudo pecar por ser persona criada; pero no hubo en María Santísima acto de Penitencia, porque no pecó» (Prontuario de la teología moral por Francisco Lárraga, pág. 96).

Ángel David Martín Rubio