«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

sábado, 13 de septiembre de 2014

LEONARDO CASTELLANI: "El reino de Cristo y el porvenir próximo"


Del sermón del Cura loco en Su majestad Dulcinea

En la gente hubo un movimiento de expectativa, y algunos repitieron la interrogación:

“¿Qué haremos?”

El Padre respondió:

“Vosotros esperáis de mí respuestas de profeta, y yo no soy profeta; respuestas de político, y yo no soy político; soy solamente teólogo, y aun ni tanto. Yo no puedo ver mucho en términos políticos, y sólo puedo considerar ahora en términos religiosos. Un profeta podría responder en forma absoluta; un político en forma conjetural; yo puedo solamente responder en forma condicionada.”

“¿Y cuál es tu respuesta?”

“El porvenir próximo del mundo depende de un problema teológico que puede resumirse en dos hipótesis:

- Sea que Jesucristo debe venir para consumar su Reino juntamente con el fin del mundo
- Sea que Jesucristo debe venir para consumar su Reino antes del fin del mundo”.

“¿Cuál es la diferencia?”


“- Si la Parusía, el Juicio Final, el Fin del Mundo y el Reino de Dios son cosas simultáneas, es muy probable que antes de esa liquidación total se produzca una profunda purificación de la Iglesia por el dolor.

Luego tendrá lugar la manifestación del Espíritu Santo en grandes santos varones, un gran triunfo de la Iglesia, un período de oro para la religión cristiana y la conversión de Europa, y por ella del mundo.

Sería el último período, por cierto, en el cual se acaben de cumplir las profecías, principalmente la de la conversión del pueblo judío y la del único rebaño con el único Pastor.

Ese período no podrá ser largo; quizás el tiempo de una vida humana, quizás 15 o 25 años.

Y después volverán, con la fuerza incontrastable de la catástrofe, las fuerzas demoníacas tremendas que vemos en acción en estos momentos; entonces se afianzará la gran apostasía, sonarán las últimas trompetas, derramando las últimas copas; y tendrá lugar la tribulación magna, cual no la ha habido desde el principio del mundo acá, la persecución externa e interna a la vez hasta el grado de lo insoportable, que deberá ser abreviada para que no perezca toda carne.

- Pero, si Cristo ha de venir antes, para vencer al Anticristo, y para reinar por un período en la tierra; es decir, si la Parusía, el Juicio Final y el Fin del Mundo no coinciden, sino que son dos sucesos separados (como creyeron la tradición apostólica y los Santos Padres más antiguos), entonces esa esperanza de un próximo triunfo temporal de la Iglesia no tiene fundamento; ni tampoco todas las profecías particulares que se apoyan en ella.

En ese caso, la actual persecución irá aumentando hasta su maximum; entonces se afianzará la gran apostasía, sonarán las últimas trompetas, derramando las últimas copas; y tendrá lugar la tribulación magna, cual no la ha habido desde el principio del mundo acá, la persecución externa e interna a la vez hasta el grado de lo insoportable, que deberá ser abreviada para que no perezca toda carne”.

“Y tú, ¿qué dices?”

“Yo os digo: morituri te salutant. Elijamos la peor hipótesis. Pongamos nuestra esperanza en Cristo y en su Venida, y nadie puede vencernos.
Lo que vivimos es una inmensa revolución enteramente decidida a liquidar los restos de la Antigua Cristiandad europea, frente a la cual no se ve nada capaz de impedírselo.

Es posible que esa Cristiandad europea sea el famoso katéjon de San Pablo, es decir, el Obstáculo que ataja la manifestación del Misterio de Iniquidad y que debe ser quitado de en medio antes que se manifieste el Anticristo.

Es este caso, la Iglesia vuelve a las catacumbas, desaparecen las patrias, y los pocos capaces del coraje terrible de seguir fieles a Cristo se repliegan sobre sí mismos a defender su fe y pedir su Segunda Venida.

Es decir:

- esta estructura externa de la Iglesia Católica, creada por la Contrarreforma y hoy casi impotente del todo y minada de internos morbos, se deshace;

- las patrias dejan de ser cosas sacras, convirtiéndose las naciones en organizaciones enormes de bandidaje en gran escala, es decir, en las fieras que vio Daniel en su visión y predijo que volverían;

- los que creen en la divinidad de Cristo son sujetos a la persecución doble:

    - persecución de los poderes políticos unificados por la Bestia atacan sus bienes y sus cuerpos, hasta la pena de muerte;
    - al mismo tiempo que una falsa religión universal y poderosísima, que llegará quizás a apoderarse de la misma Sede Romana, ataca sus almas”.

“Y mientras tanto, ¿qué hacemos?”

“Mientras tanto, tenemos que defender los bienes de la cultura, de la nacionalidad y de la tradición cristiana; pero como quien ve que son cosas perecederas, y que acaso Dios las ha condenado desde ya a perecer; sin apoyarse demasiado en ellas, sabiendo que Dios nos pide que luchemos, pero no nos pide que venzamos, sino que no seamos vencidos.

En suma, hay que desarrollar e irradiar la propia actividad beneficiosa de tal modo que el mal que nos infieren, en vez de sofocarnos, quede como sofocado o, al menos, amortiguado en la correntada segura y pacifica de nuestro propio raudal de vida”.

“¿Y el triunfo del Corazón Inmaculado de María?”

- “Los que dicen que la Parusía coincide con el Fin del Mundo y con el establecimiento del Reino de Dios, enseñan que antes del reino del Anticristo tendrá lugar el triunfo del Corazón Inmaculado de Maria, que coincidirá con el período de esplendor de la Iglesia.

Y después volverán las tremendas fuerzas demoníacas; entonces tendrá lugar la tribulación magna, se afianzará la gran apostasía, y se implantará el reino del Anticristo, aplastando el Reino de la Inmaculada (¡una especie de profecía del Génesis al revés!).

- Los que dicen que Cristo ha de venir antes del Fin del Mundo, para vencer al Anticristo y establecer su Reino, enseñan que la actual persecución irá aumentando hasta su maximum; entonces tendrá lugar la tribulación magna, se afianzará la gran apostasía, se implantará el reino del Anticristo y la Santísima Virgen vendrá a aplastar la cabeza del dragón infernal (como está profetizado en el Génesis) y a preparar el Reino de su divino Hijo con el triunfo de su Corazón Inmaculado (como enseña San Luís María Grignon de Montfort).”

“Pero, si entiendo bien, la gran persecución y el reino del Anticristo llegarán de todos modos, con o sin florecimiento de la Iglesia”. Aún no veo bien la sustancia del problema planteado. ¿Puedes aclararme?”

“El problema presenta dos aspectos:

- El más simple, es que “la gran persecución y el reino del Anticristo llegarán de todos modos”. Pero es precisamente ésto lo que no se quiere acepar; y entonces se patea para adelante, como los jugadores de rugby patean al “touch”, para ganar terreno, o tiempo solamente…

- El más profundo es el que señalé al comienzo: ¡el porvenir próximo del mundo depende del problema teológico del momento de la instauración del Reino de Cristo!

Que el Reino de Cristo debe venir, es de fe; y lo pedimos todos los días en el Padrenuestro…

Que todas las cosas deben de ser restauradas en Cristo, nos lo enseñan San Pablo y San Pío X…

Que la creación toda entera será redimida y al presente gime con dolores de parto hasta que se manifiesten los hijos de Dios que han de restaurarla, lo dice San Pablo…

Que el Corazón de la Santísima Virgen triunfará, nos lo asegura nuestra Madre en Fátima…

Ahora bien, lo que se discute es el orden en que esas cosas sucederán.

Y esa discusión, en definitiva, gira en torno a la exégesis que se hace de las Sagradas Escrituras y de la Tradición, al uso indebido de las revelaciones privadas, y a un falso mesianismo (temporal, carnal y judaico).”

Hay, pues, dos hipótesis, cuyos pasos o sucesos damos a continuación:

Primera Hipótesis

La Cristiandad Europea
La Revolución anticristiana
Las fuerzas demoníacas desencadenadas
Purificación profunda de la Iglesia por el dolor
El Reino del Corazón Inmaculado de María
Período de oro para la religión cristiana: el Gran Pontífice
La conversión de Europa, y por ella del mundo: el Gran Monarca
Todas las cosas serán restauradas en Cristo
La Realeza Social de Cristo
Regresan las fuerzas demoníacas
La persecución aumentará hasta el paroxismo
La gran tribulación
La gran apostasía
El Obstáculo quitado del medio
El demonio aplasta el Reino de María (deben aceptarlo en su lógica de los sucesos)
El demonio se apropia nuevamente todas las cosas (deben aceptarlo en su lógica
El Reino del Anticristo
La Iglesia regresa a las catacumbas
Las patrias desaparecen
Los más fieles organizan la resistencia para defender su fe y obtener la Parusía
Parusía sin intervención de la Santísima Virgen (deben aceptarlo en su lógica)
Jesucristo vence al Anticristo
El Juicio Final
El Fin del Mundo
La creación entera liberada de la esclavitud de la corrupción
El Reino de Dios La Bienaventuranza eterna

Segunda Hipótesis

La Cristiandad Europea
La Revolución anticristiana
Las fuerzas demoníacas desencadenadas
La actual persecución aumentará hasta el paroxismo
La gran tribulación
La gran apostasía
El Obstáculo quitado del medio
El Reino del Anticristo
La Iglesia regresa a las catacumbas
Las patrias desaparecen
Los más fieles organizan la resistencia para defender su fe y obtener la Parusía
El Reino del Corazón Inmaculado de María
Parusía, Jesucristo viene para vencer al Anticristo
La creación entera liberada de la esclavitud de la corrupción
Todas las cosas serán restauradas en Cristo
Establecimiento del Reino de Jesucristo
El Juicio Final
El Fin del Mundo
El Reino de Dios
La Bienaventuranza eterna

RESUMEN EN CUADRO SINÓPTICO (Fuente)