Rito Romano Tradicional
Notas Litúrgicas
La Cuaresma es un tiempo de ayuno y penitencia instituido por la Iglesia por tradición apostólica.Para pasar bien la Cuaresma según la mente de la Iglesia hemos de hacer cuatro cosas: 1ª, guardar exactamente el ayuno ,y la abstinencia y mortificarnos no sólo en las cosas ilícitas y peligrosas, sino también en cuanto podamos en las lícitas, como sería moderándonos en las recreaciones; 2ª, darnos a la oración y hacer limosnas y otras obras de cristiana piedad con el prójimo más que da ordinario, 3ª, oír la palabra de Dios, no ya por costumbre o curiosidad, sino con deseo de poner en práctica las verdades que se oyen; 4ª, andar con solicitud en prepararnos a la confesión para hacer más meritorio el ayuno y disponernos mejor a la Comunión pascual.
(Del Catecismo Mayor de San Pío X).
Evangelio
Mt 6, 16-21: En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando ayunéis, no estéis tristes como los hipócritas, que desfiguran su rostro para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lávate la cara, para que los hombres no se den cuenta de que ayunas, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. No atesoréis en la tierra, donde la polilla y el orín corroen y donde los ladrones socaban y roban. Atesorad, más bien, en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corroen, ni los ladrones socaban ni roban; porque donde está tu tesoro, allí está también tu corazón".
Reflexión
I. La invitación de la Iglesia.
La Liturgia nos presenta una solemnísima invitación tomada del profeta Joel en la Epístola del Miércoles de Ceniza: "Tocad la trompeta en Sión; promulgad ayuno; pregonad asamblea; reunida al pueblo; ordenad congregación; convocad a los ancianos; reunid a los niños; aun los que cuelgan de los pechos" (Joel 2,15-16). La Iglesia nos exhorta con esta invitación a ir al desierto con Cristo. "Dice Yavé: Convertíos a mí de todo corazón en ayuno, en llanto y en gemido" (Joel 2,12).
II. Características de nuestra conversión en la Cuaresma.
2.1.El arrepentimiento de los pecados. Idea repetida con frecuencia en toda la liturgia de la Misa cuaresmal.
"¿A qué ayunar si Tú no lo ves?... En el día de ayuno os vais tras vuestros negocios y oprimís a vuestros servidores? Ayunáis para mejor reñir y disputar... No ayunéis como lo hacéis ahora, si queréis que en lo alto se oiga vuestra voz... ¿Sabéis que ayuno quiero yo?, dice el Señor, Tavé. Romper las ataduras de iniquidad; deshacer los haces opresores; dejar ir libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo; partir su pan con el hambriento; albergar al pobre sn abrigo; vestir al desnudo, y no vuelvas tu rostro ante tu hermano... Entonces brillará tu luz como la aurora y se dejará ver pronto tu salvación" (Is 58, 3ss).